Mucho ha sido escrito sobre Diary of Dreams, y han sido formuladas y distribuidas incontables especulaciones en el curso de los años, retomadas por otros y finalmente presentadas como hechos. ¿Pero lo son? ¿Es Diary of Dreams realmente el segundo paso que la mente maestra Adrian Hates dio al mundo de la música? ¿Es el grupo en realidad un proyecto solitario?, ¿Son los otros miembros del grupo pura ficción de su creador y éste tal vez hasta un maníaco? ¿Un bicho raro? ¿Un loco? Bueno, lo veremos. Después de más de quince años es hora de contar la verdadera, realmente vivida historia.
¿Quién hubiera creído que Diary of Dreams se creó originalmente como un proyecto con énfasis en guitarras, y sin la utilización del sintetizador? No es posible imaginarse su ausencia desde el álbum de debut. ¿Y quién hubiera creído que en el principio era la guitarra clásica, a la que se dedicaba Adrian Hates? El desarrollo que tomó la música al final, se debe posiblemente al hecho de que en su infancia, Adrian estaba rodeado de la música de compositores insuperables, como Beethoven (cuya pieza Mondscheinsonate sigue siendo su favorita), Mozart, Vivaldi y otros. Y debido a la preferencia musical de sus padres, prácticamente no tuvo contacto con la música contemporánea de aquel tiempo.
La armonía de sus propias composiciones, que se muestra cada vez más clara en el curso de los años, puede tener su fundamento en este hecho. ¿Qué mejor profesor hubiese podido desear que los grandes maestros de antaño? Sin embargo, al principio fue la guitarra clásica anteriormente mencionada, la que cautivó a Adrian a la tierna edad de nueve años, y al estudio de la cual se dedicó hasta la edad de 21 años. Por esto no ha de extrañarnos que la guitarra siga jugando un papel importante, aunque no siempre logremos reconocer su sonido.
Sólo seis años después de sus primeros pasos en el mundo de la música, en un lugar remoto en el estado de Nueva York, Adrian – a la edad de 15 años – descubrió los instrumentos de teclas, que iban a tener una gran importancia para el. "Vivía allá en una familia numerosa", recuerda, "en un terreno de varias hectáreas. Había que caminar veinte minutos para llegar de una casa a la otra. Creo que fue entonces cuando descubrí el placer de estar solo. En aquella casa siempre había actividad, pero debido a su enorme tamaño, dividida en dos pisos con alas alejadas y rincones escondidos, era fácil retirarse. Y allí había un piano y un piano de cola. Estaba sentado en el piano de cola, tocando las teclas. No es imprescindible ser un pianista instruido para alegrarse del sonido de tonos individuales – y este piano de cola tenía un sonido encantador. Así es que pasaba mucho tiempo ante él, traspasando melodías de la guitarra al piano. Como todos los niños habitantes de la casa tenían clase de piano, simplemente me puse en la cola y de esta forma también me beneficié de las clases de piano".
"La escuela a la que asistía allí también me ayudó mucho, especialmente en el desarrollo de mi creatividad. Teníamos una hora de clase al día en la que teníamos que escribir libremente. Ahí permanecía uno sentado y tenía que escribir. Simplemente escribir, no importaba el qué. De alguna manera los maestros me querían, porque lograba escribir de una forma extrovertida, en comparación con los demás, que escribían con grandes reservas, por el hecho de que los maestros lo iban a leer. Yo simplemente escribía. Todo lo que me molestaba e inquietaba, lo puse por escrito, y parece ser que los maestros apreciaban esto. Así se desarrolló todo en aquel entonces. Al regresar a Alemania, sentí el deseo de seguir expresando y dando forma a mis pensamientos y sentimientos, y de pronto me encontré en medio de esta cuadrilla de músicos locos.”
Esta cuadrilla abigarrada constaba por entonces, en el año 1989, de al menos seis músicos, y - lo más sorprendente de esto, desde el punto de vista actual - ninguno de ellos tocaba el teclado. Originalmente hubo guitarras, bajo, batería y voz, y ésta última ni siquiera era de Adrian. Siendo guitarrista con educación clásica, fue este instrumento el que tocaba en el grupo. Pero en este momento tan temprano en la historia del grupo, ya se mostraba la propensión de Adrian a la perfección y la aspiración a la creatividad propia en un alto nivel. Aunque denomina la música de entonces como absolutamente anárquica, pese a su intervención. Ninguna versión, ¡no!, composiciones completamente propias era lo que el joven grupo, constantemente cambiando de nombre, quería presentar al público. Así nació, entre otras canciones, su pieza musical de guitarra denominada Tagebuch der Träume (diario de los sueños). “Lo escribí entonces solamente para guitarra clásica, sin canto, sin nada”, dice la mente maestra, “y el nombre me gustaba. Tenía la sensación que este nombre tenía mucho más potencial que servir como título de una sóla canción. Quería hacer más con él, lo traduje al inglés y me pareció que sonaba enormemente bien y que creaba un espacio tremendamente alentador para trabajar. Lo adopté como el nombre bajo el que seguiría trabajando. En esa época ya había compuesto algunas otras piezas que quería tocar con los muchachos, pero quiero hacer hincapié que la exigencia no había nacido únicamente por mi presencia. Por supuesto tenía la exigencia de sacar adelante el proyecto, pero al principio sonábamos probablemente como un grupo escolar. ¡Gobernaba una anarquía musical impresionante! Pero también hay que considerar que a esa edad era casi imposible juntar un grupo de gente que fueran al mismo tiempo creativos, técnicamente a alto nivel, maduros, y teniendo además el mismo gusto musical. Nuestro bajista prefería a Led Zeppelin y música similar, mientras que nuestro baterista se concentraba en el rock clásico. “Ya te puedes imaginar, compuse las primeras dos, tres piezas, de las que me acuerdo hasta el día de hoy, y…. bueno…” dice Adrian, riéndose, “de pronto todos se habían escapado. Solo quedaba uno, a decir …” Alistar Kane, el hombre junto a Adrian a la hora de nacer el proyecto en 1989, inolvidable para muchos, y el que iba a acompañarlo como amigo y guitarrista durante los primeros pasos como Diary of Dreams, y todavía muchos años después …
Doreen Krase
Aquí les dejo su primer disco Cholymelan (1994) en su versión Re-Release de 1999 que íncluye 4 temas extras. Personalmente me ínclino mucho más a los primeros sonidos de Diary of Dream donde el Darkwave esta presente de principio a fin.
·Artista: Diary Of Dreams
·Disco: Cholymelan
·Año: 1994
·Estilo: Darkwave, Electro Goth
·Voz: Masculina
·País: Alemania
·Peso: 103 MB
TrackList
* 01. Ein Wiegenlied
* 02. At the border of my nation
* 03. Shattered disguise
* 04. War on a meadow
* 05. Holier than thou approach
* 06. False affection, false creation
* 07. And silence still remains
* 08. Phantasmogoria
* 09. To conquer the angel's laugh
* 10. Cholymelan
* 11. Between the clouds
* 12. The stranger remains
* 13. Bird without wings
* 14. Winter's decay
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